Toxoplasmosis
ocular
La toxoplasmosis ocular es una enfermedad
producida por el parásito Toxoplasma gondii, y constituye la causa más
frecuente de uveítis posterior que se traduce en la inflamación de la úvea o
capa media del globo ocular, encargada, entre otras funciones, de suministrar
sangre a la retina o membrana interior del ojo. Normalmente a nivel ocular
produce una severa inflamación de la retina y la úvea posterior o coroides,
conocidas como retinocoroiditis.
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Epidemiología: Los felinos, entre ellos el gato doméstico,
son los principales hospederos. También el hombre y muchos mamíferos, son sus hospederos
intermediarios.
Los
gatos eliminan en sus heces los “ooquistes” y los mamíferos son portadores de
“quistes tisulares”. Ambas formas del parásito son infecciosas si llegan al
humano por vía oral.
Para que
un gato pueda producir heces infecciosas tiene que contagiarse. Es decir, un
gato que no está infectado y vive en una casa sin acceso al exterior y comiendo
carne cocinada, no puede infectarse y por tanto no puede infectar a otros. Si
el gato tiene acceso al exterior o es silvestre, o come carne cruda, o caza
pájaros o ratones y se los come, entonces sí puede infectarse.
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Vías de
transmisión: La transmisión de madre a feto (a través de la placenta) ha sido
la más aceptada y se ha planteado que la mayoría de los pacientes con
toxoplasmosis ocular se contagian de esta manera. Sin embargo, la vía oral por
la ingestión de los quistes del parásito contenidos en productos como verduras
o frutas mal lavadas o carne cruda o mal cocinada de un animal infectado se
acepta hoy como la de mayor transmisibilidad.
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Toxoplasmosis Ocular: Puede ser congénita y
declararse al nacimiento, o aparecer posteriormente, con mayor frecuencia entre
los 10 y los 20 años; o ser adquirida, y presentarse entonces en cualquier
momento de la vida. Como manifestaciones, en los niños pequeños predomina la
catarata. En los niños mayores, adolescentes y adultos los síntomas más comunes
son enturbiamiento de la agudeza visual o pérdida de la visión central por
uveítis y retinocoroiditis. En ocasiones la afección no da síntomas cuando
afecta la retina periférica y suelen diagnosticarse durante exploraciones de
rutina.
Retina Normal
Retina con cicatriz de Toxoplasmosis
Macular (afectando la visión central)
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Tratamiento de la Toxoplasmosis ocular: El tratamiento
se basa en antibióticos, corticoides y suplementos de ácido fólico.
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Prevención: Una adecuada eliminación de las
heces de los gatos domésticos es una de las vías para controlar la diseminación
del protozoario (adecuado cuidado de areneros). Otras medidas son: la adecuada
cocción de las carnes y un correcto lavado de los alimentos que ingerimos
crudos.
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