Retinopatía Diabética
Comencemos por definir a la Diabetes: La Diabetes Mellitus
(DM) es una alteración del metabolismo que afecta a diferentes órganos y
tejidos y se caracteriza por un aumento de los niveles de glucosa en la sangre
(hiperglucemia). La causa principal es la baja producción de la hormona
insulina o el inadecuado uso de la misma por parte del cuerpo, que repercutirá
en el metabolismo de los hidratos de carbono (y también de lípidos y proteínas).
La Diabetes Mellitus es una enfermedad en franco aumento y constituye una causa
de preocupación en salud pública.
Observación: La insulina es producida en el páncreas, que es
una glándula mixta: produce por un lado enzimas digestivas (que pasan al
intestino) y secreta insulina (que pasa a la sangre).
El Día Mundial de la Diabetes se conmemora el 14 de
noviembre. Su símbolo según la OMS.
Tipos de Diabetes: La Organización Mundial de la Salud
reconoce tres formas de Diabetes Mellitus: Tipo 1, Tipo 2 y Diabetes Gestacional
(ocurre durante el embarazo), cada una con diferentes causas y con distinta
incidencia.
La Diabetes Mellitus Tipo 1 también conocida como Diabetes Juvenil
o Diabetes Mellitus Insulino-Dependiente se produce por una destrucción
selectiva de las células beta del páncreas (frecuentemente autoinmune) causando
una DEFICIENCIA ABSOLUTA de insulina. Es un tipo de diabetes caracterizada por
darse en épocas tempranas de la vida, generalmente niños y adolescentes y su
inicio es brusco. La administración de insulina en estos pacientes es ESENCIAL.
La Diabetes Mellitus tipo 2 o Diabetes del Adulto es
caracterizada por altos niveles de glucosa en la sangre, debido a una RESISTENCIA
A LA ACCIÓN de la insulina, combinada con una DEFICIENTE PRODUCCIÓN de la misma
por el páncreas (unos pacientes pueden tener más resistencia a la insulina,
mientras que en otros se puede dar un mayor defecto en la secreción de la
hormona). Los cuadros clínicos pueden ser leves o severos. La Diabetes tipo 2
es la forma MÁS COMÚN dentro de las Diabetes Mellitus. El tratamiento en
general se logra con medicación por vía oral, dieta y ejercicios (aunque
algunos pacientes llegan a requerir la inyección de insulina).
La hiperglicemia de larga data causa daños en los nervios
(neuropatía), ojos (retinopatía), riñones (nefropatía), corazón (arteriopatía
coronaria) y vasos sanguíneos (ateroesclerosis y enfermedad vascular
periférica).
La Diabetes Mellitus y el ojo
La alteración principal de la DM en el ojo es la RETINOPATÍA
DIABÉTICA. Se produce por alteraciones en los pequeños vasos que irrigan a la
retina. Estas alteraciones comienzan algunos años luego de iniciada la Diabetes
y básicamente se caracterizan por fuga de líquido hacia los tejidos, sangrados
y taponamientos, que producen una falla en la nutrición de la retina. Esta
falta de nutrición estimula la formación de nuevos vasos sanguíneos ANORMALES
que a la larga complican la situación (los NEOVASOS son un mecanismo de defensa
que la retina “utiliza” para mejorar su irrigación pero generan más problemas
que solución).
La Diabetes también aumenta el riesgo de padecer glaucoma,
cataratas y otros problemas oculares.
Lesiones y Estadios de la RETINOPATÍA DIABÉTICA: La RD es
una enfermedad que debe ser acompañada regularmente por el oftalmólogo para
poder determinar su grado de afectación y poder proponer al paciente el
tratamiento adecuado para cada caso.
Las lesiones que la retina puede presentar son:
microaneurismas, microhemorragias, exudados, hemorragias y neovasos.
Los estadios (según la cantidad y extensión de las lesiones)
son:
1) Sin lesiones de Retinopatía Diabética.
2) Retinopatía Diabética NO Proliferativa: Esta puede ser
Leve, Moderada o Severa.
3) Retinopatía Diabética Proliferativa.
4) Presencia o Ausencia de Edema Macular Clínicamente
Significativo: Los estadios 2 y 3 anteriores pueden presentar alteraciones en
la mácula, independientemente de su grado de evolución e implican un abordaje
distinto.
Retinopatía Diabética Sin Lesiones: La retina se presenta
normal, sin ninguna lesión diabética. Es un paciente con diagnóstico reciente o
con un BUEN CONTROL METABÓLICO. Se recomiendan CONTROLES ANUALES y seguir buen
control glicémico (azúcar en sangre).
Retinopatía Diabética NO Proliferativa Leve y Moderada:
Aparecen algunas lesiones diabéticas. Requiere un acompañamiento oftalmológico
más frecuente (CADA 6 MESES) y debe insistirse en mejorar los controles de glicémia
(azúcar en sangre).
Retinopatía Diabética NO Proliferativa Severa y Retinopatía
Diabética Proliferativa: Afectación extensa de la retina, incluso con presencia
de neovasos: Requieren tratamiento con láser, o incluso inyección de
antiangiogénicos y cirugía de vitrectomía.
El Edema Macular debe ser acompañado de cerca, porque
involucra independientemente de los estadios antes citados a la mácula (zona de
visión central, con la que enfocamos los objetos). Puede requerir aplicación de
láser o medicamentos intravítreos según el caso.
OBSERVACIÓN: El tratamiento con láser (fotocoagulación)
produce una cauterización controlada de zonas enfermas de la retina, con lo que
se disminuye el requerimiento de irrigación y por lo tanto también disminuye el
estímulo a la formación de neovasos. Es muy importante entender que cuando
llegamos a este punto el control metabólico no ha sido bueno. El láser NO ES
CURATIVO, requiere de un buen control del paciente posteriormente para tener
éxito, sin el cual la retinopatía volverá y seguirá progresando. NO SE PUEDE
aplicar láser indefinidamente.
Recomendaciones: Creo que por lo antes expuesto queda claro
lo IMPORTANTE DEL CONTROL OCULAR PERIÓDICO del paciente diabético. De más está
decir, que un paciente con buenas cifras de glicemia es mucho menos propenso a
sufrir complicaciones que uno mal controlado (esto es válido no sólo para el
ojo, sino también para los demás órganos susceptibles).
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