CONJUNTIVITIS
Definición: Es una inflamación de la
conjuntiva, el tejido fino y transparente que cubre el interior del párpado y
la parte blanca del ojo.
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Causas:
Hay cuatro causas principales de la conjuntivitis:
1) Virus.
2) Bacterias.
3) Sustancias irritantes.
4) Alergenos (como el polen o los ácaros
del polvo).
Semanas atrás hablamos de la alergia ocular
(conjuntivitis alérgicas). Esta vez hablaremos de las conjuntivitis infecciosas
y por sustancias irritantes. En nuestro país estas conjuntivitis son conocidas
como “mal de ojo”.
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Síntomas: Las molestias más frecuentes
causadas por la conjuntivitis son:
1) Enrojecimiento o inflamación de la parte
blanca del ojo o del interior del párpado.
2) Aumento en la cantidad de lágrimas.
3) Secreción del ojo: blanca, amarillenta o
verdosa.
4) Picazón en los ojos.
5) Ardor en los ojos.
5) Mayor sensibilidad a la luz.
6) Sensación de tener arena en los ojos.
7) Ojos o pestañas con legañas (pestañas pegadas
por las mañanas).
8) Hinchazón de párpados.
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Las conjuntivitis virales: Son las MÁS
frecuentes. Son producidas por virus como su nombre lo dice y muchas veces se
asocian a “cuadros generales”: Resfríos, gripes, decaimiento del estado general
(cuadro viral).
Resaltan en este tipo de conjuntivitis la
frecuente afectación de AMBOS OJOS (con unos pocos días de diferencia entre el
comienzo de un ojo y el otro). La secreción es generalmente menos espesa
(lagrimeo acuoso). Puede haber ganglios inflamados, generalmente delante de las
orejas. Son las más contagiosas.
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Conjuntivitis bacterianas: Vienen segundas
en frecuencia, luego de las virales. Son muchas veces unilaterales (aunque esto
no es exclusivo). Se caracterizan por producir mayor secreción, que es más espesa,
de color amarillento-verdoso y generalmente “pega” por párpados con firmeza por
las mañanas. Son contagiosas, pero mucho menos que las virales.
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Conjuntivitis por sustancias irritantes: La
CONJUNTIVITIS DE LA PISCINA es el ejemplo clásico, aunque hay muchas otras
sustancias que la pueden causar.
El cloro y otros productos contra las algas
que se utilizan en las piscinas pueden provocar irritación en los ojos y la llamada “conjuntivitis de las piscinas”.
La excesiva exposición a la luz solar TAMBIÉN puede provocar cuadros de ojo
rojo. Por otro lado en piscinas públicas con un mal tratamiento de sus aguas
pueden convertirse en caldo de cultivo de virus y bacterias.
No son contagiosas pero la irritación de la
conjuntiva puede predisponer a infecciones virales o bacterianas.
Se recomienda usar gafas protectoras en las
piscinas para disminuir la exposición.
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Contagio: El contagio de las conjuntivitis
virales y bacterianas se realiza “por contacto”. ¿Qué quiere decir esto? Se
realiza a través de la mano: el paciente se friega el ojo porque le molesta,
luego pasa la mano a otro o toca una computadora (p. ej.) que otra persona
también utiliza y así se produce la transmisión.
LAS CONJUNTIVITIS NO SE TRANSMITEN POR EL
AIRE, NO SE CONTAGIAN “ DE MIRAR A ALGUIEN”.
Diagnóstico: El diagnóstico se basa en los
antecedentes del paciente (contacto con algún enfermo o utilización de
piscinas), la presencia de los síntomas clásicos y por supuesto, el examen
médico del ojo.
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Tratamiento y Prevención del Contagio: El
tratamiento varía según el caso. Un componente muy importante son las “medidas
higiénicas” que incluyen:
1) No tocarse el ojo.
2) Limpiarse con suavidad las secreciones.
Usar pañuelitos descartables.
3) Lavarse las manos con frecuencia.
4) Colocar un paño helado sobre los ojos
puede disminuir de forma importante las molestias ocasionadas por las
conjuntivitis.
5) Usar lentes protectoras en las piscinas.
Desde el punto de vista médico, las
conjuntivitis pueden requerir la administración de antibióticos y antiinflamatorios.
¡COMO SIEMPRE, NO RECOMIENDO LA
AUTOMEDICACIÓN, CADA CASO PUEDE TENER NECESIDADES DIFERENTES!
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Reposo: El reposo es discutible: Si el
cuadro es leve y si el paciente va a cuidar las medidas higiénicas y no está en
contacto con muchas personas, puede trabajar sin peligro para sus ojos. En caso
contrario, se recomienda un reposo de algunos días (según el cuadro),
principalmente para evitar el contagio masivo.
En niños, como es más difícil evitar que se
frieguen los ojos si les molesta, se recomienda el reposo domiciliario para
evitar contagios en las escuelas.
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